lunes, 27 de septiembre de 2010

sistemas operativos celulares

Millones de personas alrededor del mundo usan teléfonos celulares para comunicarse dentro o fuera de su país. Frescos aún en nuestra memoria, están esos teléfonos móviles con pantallas de calculadora de los años 70: números conformados por focos rojos, amarillos o verdes, y posteriormente, por pantallas de cristal líquido monocromáticas, todos ellos compartiendo la misma función esencial: hacer y recibir llamadas telefónicas.
Sin embargo, los aparatos de recientes generaciones tienen más servicios y aplicaciones: fotografía, video, juegos multimedia, envío y recepción de correos electrónicos o mensajes instantáneos, navegación en Internet, por citar algunos. Poco a poco, el teléfono celular se ha transformado de un dispositivo de comunicación auditiva básica a virtuales centros de entretenimiento y asistencia de información personal.
Un teléfono celular es un radio, muy sofisticado, pero en esencia un radio, como un sintonizador de AM/FM. Si bien es conocido, el teléfono fue inventado en 1876 por Alejandro Graham Bell, y las comunicaciones sin cables o wireless fueron desarrolladas por Nikolai Tesla en 1880 y formalmente presentadas, por el italiano Guglielmo Marconi en 1894; ha sido en los últimos 20 años, cuando estas tecnologías se integraron en esos simpáticos aparatos que portamos en el cinturón.
Para lograr las nuevas funcionalidades que tiene un teléfono celular se necesita cierta inteligencia, además de que es indispensable un sistema operativo. Symbian es uno de los más importantes y funcionales, aunque existen otros como Palm® que funciona en asistentes digitales personales (PDA, por sus siglas en inglés), los cuales se hicieron populares por su interfaz que utiliza una pluma electrónica y reconoce la escritura a mano en su pantalla; o Windows CE de Microsoft®, una variante del sistema operativo Windows, que se integra a diversos dispositivos electrónicos con mínima capacidad de almacenamiento, incluyendo PDAs y teléfonos móviles.
Symbian fue diseñado para integrarse fácilmente, con el software y el hardware en dispositivos móviles. Los sistemas que utilizan Symbian pueden ser divididos en cuatro categorías: serie 60, para teléfonos que el usuario maneja con una sola mano; serie 80, para teléfonos con pantalla horizontal grande y teclado; serie UIQ, para teléfonos que utilizan una pluma electrónica similar a los asistentes digitales; y otros, para futuros desarrollos o que no están en las categorías anteriores.
Symbian es producto del trabajo conjunto de varias empresas líderes en telefonía celular, como Nokia®, Ericsson®, Motorola® y Psion®, quienes fundaron esta empresa en 1998 con el objeto de desarrollar un sistema operativo abierto para las diversas plataformas de teléfonos móviles.
A diferencia de cualquier computadora, la programación de los teléfonos celulares tiene sus limitaciones. Es por esto que Symbian está diseñado para residir en un espacio muy pequeño, hacer un uso dinámico de escasos recursos de memoria, administrar eficientemente la energía y soportar en tiempo real los protocolos de comunicación y telefonía, además de ser más “gentil” con el usuario y tolerante a fallas, en comparación con un sistema operativo de PC. Por ejemplo: cuando se le quita la batería al teléfono mientras está encendido, el usuario esperaría que su información se encuentre íntegra al volver a activarlo, y no frustrarse por el hecho de que sus datos guardados se hayan perdido o peor: que el teléfono deje de funcionar, porque el sistema operativo se dañó cuando ocurrió el corte de energía.
Técnicamente, el sistema operativo Symbian es una colección compacta de código ejecutable y varios archivos, la mayoría de ellos son bibliotecas vinculadas dinámicamente (DLL por sus siglas en inglés) y otros datos requeridos, incluyendo archivos de configuración, de imágenes y de tipografía, entre otros recursos residentes. Symbian se almacena, generalmente, en un circuito flash dentro del dispositivo móvil. Gracias a este tipo de tecnología, se puede conservar información aun si el sistema no posee carga eléctrica en la batería, además de que le es factible reprogramarse, sin necesidad de separarla de los demás circuitos.

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